Dejar de contar con los dedos y contar con las personas.

Quizá sea hora de pensar, de recapacitar sobre nuestros actos, o incluso sobre nuestros pensamientos.
¿Es necesario mentirnos a nosotros mismos solo para ser imperfectamente felices?
Quizás, y solo quizás, sea hora de dejar de contar con los dedos y empezar a contar con las personas. Porque siempre hay una verdad detrás de un "era broma", una emoción detrás de un "no me importa" y un "te necesito" detrás de un "déjame en paz".
Pero no nos engañemos, dejemos de ser cobardes y gritemos alto, muy alto, lo que de verdad sentimos.. Por que así, y solo así, podremos llegar a la meta final, a pesar de habernos caído en nuestro camino, pero siempre habiéndonos levantado sin dudarlo un solo instante, con la cabeza bien alta, sin darnos por vencidos.
Sonreír, porque tu sonrisa es todo lo que necesito para tomar fuerzas y llegar a cumplir mi meta final: Ser feliz. CONTIGO.