martes, 11 de septiembre de 2012


Pero no muy lejos. A unas tres o cuatro cervezas de aquí. Es un buen lugar para caerse muerto, nadie parece malo desde allí. Perdimos la cabeza, pero no el sombrero. Quizás llego el momento de quedarse así. Alguien cruzará mi corazón desierto, y se perderá, y me perderé por seguirte a ti.
No conozco otra manera de vivir. No voy a ser más complicado que una flor. Ya sé que mientras tenga fuerte la raíz, el propio llanto regará mi corazón.

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